La nueva generación universitaria

Estaba ayer sentada en la salida del Tren Urbano en la UPR de Río Piedras. Esperaba a mi novio me viniera a recoger, ya que tenía que tomar unas fotos de Carolina. Y realmente me puse a analizar el tipo de estudiantes que hay en las universidades. Desde la moda, la juventud, que todos tienen celulares y la gran mayoría IPod o MP3. O sea, unos lujos que tal vez muchos de nosotros no tuvimos cuando estudiamos.
Luego, me puse a pensar de cuán preparados estaban esos jóvenes para enfrentar la vida universitaria y mucho más si dominaban del todo su idioma o alguno otro. Todo esto vino a mi mente por mi primita. Yo la cuidé desde recién nacida, ya tiene 18 años y está cursando su primer año en Pedagogía en la UPR de Bayamón. Su curso más difícil en este semestre ha sido la clase de Español.
Mi prima se graduó con honores tanto en la escuela intermedia como en la superior. Siempre estuvo en el cuadro de honor de sus escuelas. No comprendo como pasó eso, si su vocabulario es tan escaso que muchas veces tiene que venir donde mi mamá o donde mí hacer sus trabajos. La ponen a leer artículos, ensayos, cuentos y novelas en la universidad. Ella no entiene la mitad de lo que lee, no comprende, por consiguiente no puede interpretar lo que quiere decir el autor. Me da mucha lástima, pues ella desea salir bien y sobre todo aprender. Por eso, mi mamá y yo le compramos un buen diccionario, se le arregló su computadora, se le compró una impresora y claro, también le compramos un diccionario Inglés - Español. Realmente los necesita.
Lo que me pregunto, ¿qué pasó con esa niña de excelentes calificaciones que ni siquiera puede analizar un artículo de periódico y su vocabulario es tan ilimitado? Fácil: la Escuela Intermedia y Superior. ¿Cómo es posible que una niña que no tiene el vocabulario para ser universitario se haya graduado con honores y pertenecido tantos años al cuadro de honor de ambas escuelas? Yo estudié en la misma escuela superior que ella y puedo decir que si cinco maestros valían la pena, es mucho. No sé como se atreven a llamarse maestros y son tan mediocres. Gracias a Dios que tuve una gran experiencia en mi escuela elemental e intermedia. Ya en la escuela intermedia yo escribía poemas, iba a concursos de poesía y escritura de cuento. Además mi maestra de Español de séptimo y octavo ha sido la mejor. Con ella aprendí mucho del Español y sobre todo amo lo que es escribir y expresarme correctamente. Cuando tomé el examen de aptitudes en deudécimo grado, recuerdo que salí muy alto en lo relacionado con las humanidades, ciencias sociales y se recomendaba estudiar pedagogía, historia, psicología, escritor y artista. Pero realmente lo que tomé en la escuela superior no fue lo mejor. Y ahora veo que la historia de repite con mi primita, sólo que ella tiene la desventaja de que tuvo una mala escuela intermedia también.
Es increíble que casi todo el mundo hable mal de las escuelas superiores de nuestro sistema público. Me pregunto, ¿qué es lo que está pasando con los maestros y estudiantes de las escuelas superiores? ¿Por qué los padres no le prestan tanto interés a sus hijos en escuela superior a cuándo estaban en escuela elemental? Por lo menos mi madre iba dos veces al semestre a visitar a mis maestros en la escuela superior para saber cómo yo iba en las clases. Ya los padres no hacen eso. Y si lo hacen, están más pendientes en que su hijo obtenga buenas calificaciones que en la calidad de enseñanza que le están dando. Si son escuelas de la comunidad se supone que el padre esté involucrado en el proceso de enseñanza - aprendizaje del niño, adicional de pedir el currículo del grado que su hijo va a cursar.
Ahora mi primita sabe la importancia de estudiar y no dejar todo para lo último. Ya no sale tanto los fines de semana porque tiene mucho trabajo. Le he dicho que la UPR de Bayamón es una de las más difíciles y que realmente si quiere que ser maestra (Educación Física Adaptada) debe aplicarse y recuperar esos años perdidos en la escuela intermedia y superior. Por lo menos lo está tratando y me siento orgullosa de ella. Si como ella hay muchos así, ¿qué va a pasar con el profesional en nuestra patria? Hay que hacer algo. El gobierno también debe hacer su gran parte. Espero que algún día esto cambie para bien.