lunes, diciembre 11, 2006

¿No qué era fea?


Miraba el horizonte en la orilla de la playa. Su mente parecía una locomotora desvocada. No sabía donde parar y analizar esos pensamientos. Sólo algo tenía claro: La vida es sólo una y hay que vivirla al máximo. Todavía se reí cuando recuerda esos años.

Primero fue Manolo, el que vivía en el mismo pueblo, que nunca lo vió en la escuela superior, que estaba a punto de casarse y quería tener aventuras. Estaba cansada de ser virgen. Tenía 24 años y no sabía ni quiera lo que era un beso. Que importa si escoge a Manolo como el primero, si total, ¿quién la tomaría en serio? Así de fea se sentía. Fueron tres las veces que estuvo con Manolo. Las tres veces sangró. No recuerda como terminó esa lujuría, pero reí cuando seis años después, él la sigue buscando. ¿No que era tan fea?

Le siguió Julio. Rubio, ojos claros, seis pies con tres pulgadas... casi 350 libras de peso, quizás más. Él estaba loco por ella. ¿Pero ella no era tan fea? Hizo lo imposible por tenerla. Sólo pudo tener sus primeros besos, jugó con su vagina por horas. Ella no quizo subir a él. Su pene era tan pequeño, unido al pequeño de Manolo. Pensó todos los hombres tenían penes pequeños y asquerosos. Nuevamente se ríe, con asco en su cara. También con coraje. La hizo sangrar. Esta vez no era el himen. Era un salvaje. Después de esa vez en aquel asqueroso motel, no quizo saber más de Julio.

Siguieron Jonathan (menor que ella), un médico que todavía ni recuerda el nombre, Héctor, un chico de 19 años hermoso, maestro de natación... todavía la sigue buscando. Jesús, el hombre que la había hecho soñar, compañero de muchas luchas le mostró lo que era el sexo de verdad. Siguieron Ángel, Juan, José y siguieron los moteles por todo el país. Llegó David y lo consideró el mejor amante hasta ese momento. Pasaron hasta dos mujeres por su cuerpo y cama. Delicia para su lujuria desenfrenada. Fueron dieciseís personas que jugaron con su cuerpo, lo saborearon y todavía hoy la buscan, sin contar los que esperan tenerla... ¿No era tan fea?

Llegó el amor. Lloró varios años por ese amor. Experimentó de todo con ese amor, en el sexo. Hizo por primera vez el amor. Le entregó cinco años de su vida. Ya no habían más amantes en su cama, en su cuerpo, ni en su mente. Sentía haber alcanzado la madurez sexual y emocional que todos buscan en una relación. ¿De verdad era fea? ¿Era tan malo ser tan gorda?

Al parecer no. Dieciseís personas siguen pensando en ella, buscando de ella, esperando el momento para conquistarla: fea, gorda, inteligente, profesional, amante excepcional, puta en la cama... "Lástima por las lindas que no saben ni como moverse en la cama. Lástima que sus novios siempre regresen a mí. La gracia de la fea la bonita lo desea..."

" Que mejor en la vida que ser fea y la más puta de las putas..." Mientras el sol se ocultaba y escondía la sonrisa que sólo una puta puede dar. ¿No es esa sonrisa la que les gusta?

2 comentarios:

La-Roc dijo...

OH sí, me ha gustado. Por aquí volando....

Ando en finales, que la fuerza me acompañe!, pero me tomé un tiempito para despejar la mente de tanto trabajo final.

Un abrazote.

Mariposa Nocturna dijo...

Hada Morena:

Que bueno que te ha gustado. Espero que hayas terminado bien los exámenes finales. Tú estabas en finales y yo estaba dándolos. No es fácil corregir tanto. Pero lo logré. Cuídate amiga.